¿Tienen algún rol las células madre en el tratamiento de COVID-19?
(Para entender mejor este post, leer algunos conceptos clave de medicina basada en evidencia aplicables a COVID-19.)
MENSAJE CLAVE
Aún no es posible afirmar si las células madres son o no efectivas para tratar COVID-19, debido a que los estudios preliminares (los únicos disponibles hoy) entregan evidencia de muy baja certeza. Además, es muy improbable que un estamento científico las recomiende, pues se trata de un tratamiento con beneficio incierto y alto costo.
Basado en: Evidencia preliminar en seres humanos (MUY BAJA certeza de evidencia)
Las células madre (o troncales) se llaman así por su capacidad de dividirse y luego transformarse en cualquier tipo de tejido. Es decir, pueden ‘procrear’ múltiples células de cualquier tipo. Esto es algo que las otras células no pueden hacer. El tratamiento con células madre consiste en hacerlas llegar a un tejido dañado, para que ahí ‘procreen’ y puedan regenerar dicho tejido. Adicionalmente, estas células tienen muchas otras propiedades, como por ejemplo, antiinflamatorias.
El potencial de las células madre de, en teoría, recuperar prácticamente cualquier órgano dañado, ha capturado la atención de los científicos y la imaginación del público en general. Esto ha permitido que ellas constituyan un pilar del manejo de ciertas enfermedades malignas de la sangre, como por ejemplo la leucemia, en donde son capaces de regenerar la médula ósea luego de que esta es destruida por la quimioterapia u otros tratamientos.
Desafortunadamente, luego de 20 o 30 años de investigación, y cientos o miles de artículos científicos, el veredicto es más o menos lapidario: para la inmensa mayoría de las enfermedades en las que se han probado, la promesa de las células madre no se ha cumplido. A pesar de esto, el multimillonario negocio asociado a este tratamiento sigue adelante, sin acusar recibo de las conclusiones científicas ni de las advertencias de las agencias regulatorias.
No es extraño, entonces, que en la búsqueda de una cura para los pacientes con COVID-19, la incombustible promesa de las células madre vuelva a despertar el interés de algunos científicos, en particular, por sus posibles efectos antiinflamatorios. Lo que sí ha sido sorprendente es el enorme salto, en cosa de unos pocos días, desde la más embrionaria investigación preliminar a los titulares de algunos de los medios más reconocidos del mundo.
¿Qué nos dice hoy la evidencia sobre la efectividad de las células madre en COVID-19?
Tras realizar una exhaustiva búsqueda de evidencia (revisión sistemática), con la ayuda del equipo internacional COVID-19 L·OVE Working Group, formado con el objetivo de responder a las necesidades de evidencia que ha generado la pandemia, solo encontramos 2 estudios preliminares en humanos. Uno de ellos reporta un único caso, y el otro, el que golpeó titulares a nivel planetario, evaluó a apenas 7 pacientes, sin siquiera un grupo control, lo que impide sacar conclusiones sobre su eficacia. Por lo tanto, hoy no hay evidencia para afirmar si las células madres son o no efectivas para tratar COVID-19.
¿Obtendremos más información sobre células madre para COVID-19 en el futuro próximo?
Sí. Ya existen múltiples estudios en curso evaluando diferentes tipos de células madres en pacientes con COVID-19, especialmente en aquellos pacientes graves o con síndrome de distrés respiratorio agudo.
Al tomar una decisión, ¿qué factores deben ir en la balanza?
Hay decisiones que debemos tomar incluso cuando no hay evidencia, como es el caso de la utilización de células madre como tratamiento del COVID-19. Para que esta decisión sea lo mejor posible, los tomadores de decisiones debe poner los siguientes factores sobre la balanza: racionalidad científica, beneficios, riesgos, costos, y otros aspectos.
Racionalidad científica: Se han realizado muchos experimentos que hacen pensar que las células madre debieran tener un efecto beneficioso. Sin embargo, los hallazgos de laboratorio rara vez se han visto reflejados en lo que le ocurre a los pacientes en la realidad.
Beneficios: La evidencia existente aún no permite sacar ninguna conclusión. La evidencia indirecta, es decir, la que podemos extrapolar desde otras enfermedades similares, no es promisoria.
Riesgos: En general, se trata de una terapia con bajo riesgo, aunque existen dudas sobre potenciales riesgos a largo plazo.
Costos: En general altos o muy altos.
Otros aspectos a considerar: Un aumento de demanda por células madres para COVID-19 pone en riesgo la provisión de estas para los tratamientos en que sí son necesarias.
El uso no probado de esta terapia en COVID-19 alimenta el cuestionado y lucrativo mercado del tratamiento con células madre.
En resumen, los argumentos a favor y en contra de usar células madre para tratar COVID-19 son:
A favor | En contra |
Riesgos:De poca magnitud | Racionalidad científica: Inconsistente Beneficios:Inciertos Costos: Potencialmente altos Otros aspectos a considerar: Posibles problemas asociados |
CONCLUSIÓN
La evidencia disponible para decidir qué rol asignar a las células madre en el tratamiento de COVID-19 es de muy baja certeza. Esto significa que no se puede afirmar si son efectivas o no. Ahora bien, a pesar que la sola evidencia (o la falta de evidencia) nunca es suficiente para tomar decisiones, en este caso, el balance entre beneficios y riesgos, los costos que conlleva este tratamiento y la posibilidad de que genere externalidades negativas, hacen MUY IMPROBABLE que las células madres sean recomendadas por algún estamento científico.