¿Qué dice la evidencia sobre ritonavir/lopinavir para el tratamiento de COVID-19?
(Recomendamos leer este post para informarse sobre los conceptos básicos de la medicina basada en evidencia y los hallazgos sobre COVID-19)
Basado en: Evidencia directa de un ensayo aleatorizado (evidencia indirecta como complemento).
Lopinavir/ritonavir (Kaletra®) es una combinación fija de antivirales ampliamente utilizada para tratar la infección por VIH. Se trata de un fármaco con relativamente pocos efectos adversos, que se encuentra disponible en prácticamente todos los países.
En el marco de las anteriores pandemias por coronavirus (SARS-CoV y MERS-CoV) fue una de las opciones terapéuticas más utilizadas. Si bien existe constancia de varios ensayos aleatorizados que fueron iniciados en ese momento, desafortunadamente ninguno de ellos se completó (y si se completó no fue publicado), por lo que la información existente proviene de estudios cuyas limitaciones son importantes (todas las revisiones sistemáticas disponibles han llegado a la conclusión de que la evidencia es de muy baja certeza).
A pesar de no existir evidencia que permitiese afirmar con certeza que lopinavir/ritonavir fue efectivo en las pandemias anteriores por coronavirus, en la actual emergencia por COVID-19 se transformó en una de las opciones más frecuentemente recomendadas por los expertos en todo el mundo. Ante la ausencia de un medicamento claramente efectivo, no es raro que la balanza se haya inclinado por una opción que si bien tiene un beneficio incierto, está disponible y no se asocia a riesgos importantes.
Esta situación cambió dramáticamente con la publicación en New England Journal of Medicine, hace tan solo 24 horas, de uno de los primeros ensayos aleatorizados existentes sobre tratamiento de COVID-19, que aborda precisamente esta pregunta.
Si bien la realización de ensayos aleatorizados en el contexto de una crisis como la actual es un hecho más que destacable, y la información que aporta a todos quienes deben tomar decisiones es de muchísimo valor, toda investigación científica debe ser analizada críticamente y mirada a la luz del conjunto de evidencia existente. Ese es precisamente el rol que juegan las revisiones sistemáticas.
Con ayuda de un equipo internacional, creado con el objetivo de responder a las necesidades de evidencia durante esta pandemia (COVID-19 L·OVE Working Group), realizamos una revisión sistemática en menos de 48 horas (¡el poder de la colaboración!), analizando todos los estudios existentes, entre los que se incluye el ensayo mencionado.
La respuesta a esta interrogante, como la mayoría de las veces, no es en blanco o negro. Tal como dice el tercer principio de la medicina basada en evidencia, “la sola evidencia nunca es suficiente para tomar decisiones. Siempre hay que tomar en cuenta el balance entre beneficios y riesgos, la carga asociada, y los costos que conlleva una decisión, tomando en cuenta la singularidad de los valores y preferencias de cada persona y cada contexto”.
Con el objetivo de poder informar con la mayor celeridad posible a quienes están tomando decisiones a nivel global, y en espera del proceso de publicación habitual de un artículo científico, pondremos a disposición un reporte preliminar con todos los datos necesarios para analizar los beneficios y riesgos de esta terapia. !Manténganse atentos!
En este enlace a la plataforma L·OVE es posible mantenerse actualizado sobre las nuevas evidencias sobre esta pregunta, incluyendo la posibilidad de recibir notificaciones por correo.