¿Se necesita desparasitar a los niños?
“Dr., hace mucho que no desparasito a mi hijo, ¿qué le puedo dar?”
¿Y si mejor comenzamos preguntando si es necesaria la desparasitación de rutina en México? En Chile, por ejemplo, no se hace. En Colombia, parcialmente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en el 2017 una guía para el control de parásitos transmitidos por el suelo (1). En ella, se recomienda que se desparasite una vez al año a todos los niños que vivan en países en donde exista una prevalencia de parásitos mayor al 20%. Este número significa que en esos lugares 1 de cada 5 personas vive con gusanos adentro. Pero México, al menos desde un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el 2011, se considera un lugar de riesgo menor al 20% (2).
La razón para utilizar un tratamiento de forma masiva, como desparasitar a todos, debería ser que conlleva a una mejor salud en la población. Las infecciones por gusanos transmitidos por el suelo pueden ser desapercibidas porque a veces ni síntomas causan. Pero una infección crónica puede asociarse con desnutrición, falla del crecimiento y bajo rendimiento escolar. Se cree que muchas de estas consecuencias son porque esos gusanos pueden provocar anemia por falta de hierro. Entonces, para que la desparasitación masiva valga la pena debería influir en esos desenlaces.
La publicación de dos revisiones sistemáticas por dos reconocidas organizaciones dedicadas a la recopilación de la mejor evidencia científica, Cochrane (3) y la Colaboración Campbell (4), desencadenó un intenso debate acerca de esto hace pocos años. Estas revisiones resumen decenas de estudios y concluyen que la desparasitación masiva tiene un efecto muy pequeño en la ganancia de peso de los niños, y que prácticamente no sirve para aumentar la talla final, mejorar el rendimiento escolar, mejorar el estado nutricional, los niveles de hemoglobina o la supervivencia en general. Hubo tanta discusión en el mundo académico que hasta se le tituló “La Guerra de los Gusanos”. Suena a título de película: Worm Wars, próximamente en un cine cercano a usted.
La conclusión es que las campañas de desparasitación, si se emplean, sólo deben dirigirse a personas con un alto riesgo para estas infecciones. No se debe desparasitar cualquier niño sólo por rutina. Aunque los medicamentos que se usan muy pocas veces tienen efectos secundarios, en la mayoría de las personas simplemente generan un gasto innecesario.
¿Y los parásitos hacen que los niños rechinen los dientes? Lo dejaremos para otra ocasión.
————————————————————————————————————————————
- OMS. Preventive chemotherapy to control soil-transmitted helminth infections in at-risk population groups. 2017.
- OPS. A call to action: Addressing soil-transmitted helminths in Latin America & the Caribbean. 2011.
- Taylor‐RobinsonDC, et al. Deworming drugs for soil‐transmitted intestinal worms in children: effects on nutritional indicators, haemoglobin, and school performance. Cochrane Database of Systematic Reviews 2015, Issue 7. Art. No.: CD000371. DOI: 10.1002/14651858.CD000371.
pub6. - Welch VA, et al. Deworming and adjuvant interventions for improving the developmental health and well-being of children in low- and middle-income countries: a systematic review and network meta-analysis Campbell Systematic Reviews 2016:7.