El chupón: amigo o enemigo
El uso del chupón es un tema que, como muchos otros en salud, puede radicalizar. Para unos es lo mejor que les ha pasado en sus vidas de padres primerizos. Digo, por algo se les llama pacificadores en los países de habla inglesa. Para otros es un instrumento del demonio con efectos sumamente nocivos. Pero como todo en la vida, el extremismo nunca es bueno.
Primero, ¿el uso del chupón afecta la lactancia? Hasta el momento, no se puede concluir que hay una relación causa-efecto. Las conclusiones parecen depender mucho del tipo de estudio de investigación que se analice. Cuando se recopilan los datos de estudios llamados observacionales, se concluye que los niños que nunca usaron el chupón reciben lactancia por más tiempo. Pero cuando se analizan estudios experimentales, ensayos clínicos, los cuales son la manera más imparcial de evaluar una intervención en salud, se concluye que el chupón no afecta el inicio o la duración de la lactancia hasta los 4 meses, ni siquiera cuando se les da desde el nacimiento.
Segundo, ¿provoca malformaciones dentales? Aquí sí está clara la asociación. Sí, el chupón puede provocarlas. Pero esto pasa cuando se usa más allá de los dos años de edad.
Tercero, ¿tiene algún efecto en la muerte de cuna? Aunque tampoco se ha podido establecer una relación causa efecto, el chupón parece asociarse a una reducción del riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), mejor conocido como muerte de cuna.
Cuarto, ¿causa infecciones de oído? El uso del chupón podría aumentar un poco el riesgo de otitis media. Cosa a considerar en niños que son propensos a esto.
Entonces, como vemos, no está tan blanco y negro el asunto. La Academia Americana de Pediatría recomienda que en bebés en quienes se está iniciando la lactancia, el uso del chupón se retrase hasta que esté bien establecida, pero que después se les ofrezca a la hora de dormir para reducir el SMSL. Suena prudente. Aún así, la recomendación variará dependiendo de las circunstancias familiares. Si se decide usar, hay que quitarlo a más tardar alrededor del año de edad. Cierto, será difícil, pero será peor después. Y recordemos que la decisión de retirar el chupón es de los papás, no del niño que “no lo quiere dejar”.
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- Jaafar SH, et al. Effect of restricted pacifier use in breastfeeding term infants for increasing duration of breastfeeding. Cochrane Database of Systematic Reviews 2016, Issue 8. Art. No.: CD007202.
- Muelbert M, et al. Factors associated with the maintenance of breastfeeding for 6, 12, and 24 months in adolescent mothers. BMC Public Health. 2018 May 31;18(1):675.
- Nowak AJ, et al. Oral habits and orofacial development in children. In Torchia MM (Ed.), UpToDate, 2018.