Cómo se prueban los tratamientos
Los vocablos incertidumbre, imparcialidad, transparencia, participación ciudadana, no se escuchan de manera frecuente en conversaciones entre médicos y pacientes. Son palabras que parecen extraídas de un informe de gobierno. Sin embargo, todas ellas aparecen una y otra vez en el libro Cómo se prueban los tratamientos. Este libro fue escrito pensando en los pacientes para mejorar la calidad de la atención sanitaria.
A los médicos no nos gusta pensar en incertidumbres porque significa duda. No nos gusta dudar acerca de los beneficios que pueden tener los tratamientos que recomendamos. Si doy algo es porque funciona. Si aparece en una guía clínica, es porque funciona. Pocas veces nos preguntamos cómo es que llegó a esa guía clínica, o cuáles son las bases científicas por las cuales se recomienda o no un tratamiento.
Pensamos en términos de blanco y negro. Si la guía lo recomienda, entonces funciona. Si no lo recomienda, entonces no funciona. Lo curioso es que sí estamos conscientes de que existen pacientes que no mejoran a pesar de que hagamos todo al pie de la letra. O viceversa, sabemos que algunos pacientes pueden mejorar aún si no les hacemos nada. ¿Qué tanto es gracias a nosotros? ¿Qué tanto es la evolución natural?
Para reducir la incertidumbre los tratamientos deben ser probados de manera imparcial. Si lanzo una moneda al aire 5 veces, podría caer 4 veces cara y 1 vez cruz. Esto no significa que la moneda está “cargada”, sólo que el azar intervino. De igual manera, los estudios de investigación pueden generar resultados que se deben al azar. No se necesita ser médico para entender esto. Tampoco se necesita ser profesional de la salud para entender que no es correcto evaluar los beneficios de un tratamiento comparando a pacientes jóvenes que lo reciben con pacientes mayores de 60 años que no. No se pueden comparar peras con manzanas. O para entender que la mente humana es poderosa y que el efecto placebo existe.
En el siglo pasado, si alguien hubiera mostrado a todo el mundo un protocolo de investigación desde su conceepción se le habría acusado de ingenuo. “Le van a robar la idea”, pensarían los paranoicos. “No servirá para nada”, pensarían los pesimistas. Ahora es algo que fomentamos.
Supongamos que hago un estudio sobre el medicamento X. Si nadie sabe que lo estaba realizando, y mi estudio tiene resultados negativos y no se publica, se seguirá gastando en otros estudios para ver si dicho medicamento funciona o no. ¿Qué pasa si hay 10 estudios no publicados que dicen que no sirve y el único estudio que dice lo contrario sí se publica? Dará la impresión que el medicamento es efectivo. Cuando hay un interés monetario, esto puede pasar fácilmente. Antes de hacer un estudio debemos de conocer todos los que se han hecho previamente. Al hacer el proceso transparente y registrar un protocolo desde su inicio podemos rastrear todos los estudios que al final no se publicaron por cualesquiera que fuera la razón. La investigación debe ser transparente y útil. Y para que sea útil también se necesita la participación ciudadana.
Los médicos creemos saber qué es mejor para cada paciente. No necesariamente es así. Los pacientes pueden tener una perspectiva muy distinta a la que nos imaginamos. La participación del público en el diseño de los estudios de investigación y en la toma de decisiones sanitarias es algo relativamente nuevo y que está teniendo un impacto muy importante en la atención sanitaria.
Cómo se prueban los tratamientos nos invita a reflexionar cómo sabemos si un tratamiento funciona, y qué tan seguros estamos de ello. Esto lo hace mediante ejemplos históricos, relatando historias tanto de tratamientos fallidos como de logros científicos. Explica de forma sencilla para todo público qué son las pruebas imparciales de los tratamientos. Da sugerencias para un mejor futuro en el cual exista investigación que sea transparente y enfocada en lo que importa a los pacientes. E invita a los pacientes a ser participantes activos en la salud.
El libro Cómo se prueban los tratamientos puede descargarse de forma gratuita en www.testingtreatments.org
Artículo publicado en conjunto con periódico Noroeste https://www.noroeste.com.mx/publicaciones/opinion/cmo-se-prueban-los-tratamientos-106159