El beso de mamá
La curiosidad de los niños al crecer es canija, incontrolable, a veces desconcertante. Si no los detenemos se atreverían a probar de todo. Con la palabra “probar” me refiero tanto a experimentar como a degustar. Y nos damos de golpes para tratar de entender el porqué. Por ejemplo, ¿qué pasa por la cabeza de un niño cuando se le ocurre meterse algo a la nariz?
Aún sin ser otorrinolaringólogo, he tenido que extraer de orificios corporales lentejuelas, chaquiras, piedras, juguetes, pedazos de comida, puntas de lápices o crayones, y hasta insectos. Esto último no creo que haya sido voluntario. Algunas veces el objeto introducido ha sido el motivo de la consulta y en otras ocasiones fue un hallazgo incidental que sorprende a los padres. Mientras no se comprometa la respiración o alguna función corporal, y mientras el niño no lo confiese, estos objetos pueden pasar desapercibidos y sin síntomas. Eso no quiere decir que se puedan dejar ahí, se tienen que sacar cuanto antes.
Hablando específicamente de cuando un niño se mete algo en la nariz y los papás se dan cuenta de ello, hay dos cosas que se pueden intentar en casa antes de tener que ir a la consulta o al hospital. La primera es pedirle al niño que se suene la nariz, tapando con un dedo el poro que no está obstruido para que con la fuerza del soplido el objeto extraño del otro poro se expulse. Esto implica que sea un niño que ya entienda esas instrucciones. La segunda es una maniobra con uno de los mejores nombres en el arsenal de los primeros auxilios: el “beso de mamá”.
Esta maniobra fue descrita en 1965 por un médico estadounidense. La mamá (o el papá o cualquier adulto de confianza) coloca su boca sobre la boca abierta del niño, formando un sello como si le fuera a dar respiración boca a boca. Luego, ocluyendo el poro nasal donde no está el objeto extraño, la mamá sopla por la boca del niño hasta sentir un poco de resistencia. Esto pasa porque la glotis del niño (la “tapadera” que existe en la laringe para no atragantarnos cuando comemos) se cierra. La mamá en ese momento hace una exhalación fuerte y corta, y ese aire pasa por detrás de la boca hacia la parte trasera de la nariz y expulsa el objeto extraño. En pocas palabras: la mamá le tapa el poro de la nariz y le da un soplido en la boca.
¿Qué tan efectiva y segura es la maniobra del “beso de mamá”? En el 2012 se publicó una revisión de 8 estudios al respecto con niños entre 1 y 8 años de edad1. La maniobra fue exitosa para sacar el objeto extraño en 91 de 152, es decir, en el 60% de los casos. Y no se reportó ningún efecto adverso.
Así que vale la pena tener esto en mente. Dile a tu médico de cabecera que te enseñe cómo se da el “beso de mamá” por si a tu hijo pequeño se le ocurre este tipo de travesuras. Y aprende el resto de las maniobras de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar básica para los accidentes que ponen en peligro la vida.
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1. Cook S, et al. Efficacy and safety of the “mother’s kiss” technique: a systematic review of case reports and case series. CMAJ. 2012 Nov 20; 184(17): E904–E91
Artículo publicado en conjunto con periódico Noroeste https://www.noroeste.com.mx/publicaciones/opinion/el-beso-de-mam-104598