Collares de ámbar para la dentición
Con frecuencia, en la consulta me preguntan, “Doctor, ¿qué opina usted de equis remedio?”. Pueden referirse a algo “natural”, algo “complementario”, o incluso pueden ser medicamentos. Por más alternativo o convencional que parezca, me gusta echarme un clavado en la literatura médica a ver si hay algo publicado al respecto. En esta ocasión le tocó a los collares de ámbar.
Estos accesorios se promocionan para aliviar las molestias de la dentición. Pero no cualquier collar de piedras bonitas funciona, al parecer. Debe ser de ámbar del Mar Báltico. En algunos sitios de internet dice que contienen propiedades antiinflamatorias. Otros dicen que liberan aceites que disminuyen el dolor. Y otros más dicen que desprenden energía positiva.
Sea como sea, su eficacia se podría comprobar. Y no, desafortunadamente, no hay ningún estudio científico realizado al respecto. Las “pruebas” que se tienen al respecto son sólo anécdotas. Lo que sí existe son reportes publicados indicando que no son seguros, mucho menos en niños pequeños.
Como la erupción de los primeros dientes puede considerarse “natural” al ser una mera etapa de la infancia, hay quienes prefieren tratar de aliviar las molestias con algo también “natural” como el ámbar que prometen estos collares. Y aún cuando se les informa que existe el riesgo de estrangulación, quienes los usan minimizan el peligro y los siguen usando (1).
A fines del 2017, se publicó el reporte de un niño que llegó a Urgencias de un hospital con la cabeza llena de petequias (pequeños vasos sanguíneos que se reventaron por esfuerzo). El bebé había sido colocado en su cuna con uno de estos collares y al parecer presionó toda la noche su cuello. Al amanecer con la cara llena de puntos rojos, los papás lo llevaron a consultar. Afortunadamente, no pasó a mayores (2).
El mes pasado se publicó otro estudio relacionado. Investigadores de Canadá revisaron collares para ver si estos se abrían con la fuerza que indicaban las normativas de las agencias para la seguridad de joyería infantil, o si se alcanzaba una fuerza suficiente para asfixiar a los bebés antes de abrirse. La mitad de los collares revisados no cumplió con los requerimientos de seguridad (3).
Así que si quieren mi opinión, aquí va. Si no existen pruebas de eficacia, ¿para qué usarlos si el riesgo de estrangulación sí existe? Un mal acomodo del collar, una mala posición sin darte cuenta, y el desenlace puede ser terrible. Es mejor una mordedera fría y de un tamaño que no implique riesgo de atragantamiento.
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1. Taillerfer A, et al. Infants wearing teething necklaces. Arch Pediatr. 2012 Oct;19(10):1058-64.
2. Cox C, et al. Infant Strangulation from an Amber Teething Necklace. CJEM. 2017 Sep;19(5):400-403.
3. Soudek L, et al. Fad over fatality? The hazards of amber teething necklaces. Paediatr Child Health. 2018 Apr;23(2):106-110.
Artículo publicado en conjunto con periódico Noroeste http://www.noroeste.com.mx/publicaciones/opinion/collares-de-mbar-para-la-denticin-104444