¿Qué es peor: comer muchos chicharrones o muchos pasteles ?
“Buenos días, me llamo Giordano y tengo el colesterol alto”.
“Buenos días”, responderían todos en coro en el grupo de ayuda… si existiera Hipercolesterolémicos Anónimos (cosa que debería de haber para todos nosotros a quienes nos insisten en que le bajemos a las grasas que comemos).
La semana pasada se publicaron dos grandísimos estudios de una cohorte de más de 135,000 participantes en 18 países con diferentes niveles socioeconómicos (1,2). Uno de ellos apoya lo que nos dicen todos sobre la alimentación, el otro contradice de cierta manera algunas recomendaciones.
Los investigadores siguieron a todas estas personas durante más de siete años, recolectando información sobre sus hábitos dietéticos, infartos, mortalidad, etc.
Por un lado, se demostró que, como ya nos lo han dicho los nutriólogos una y otra y otra vez, comer frutas, verduras y legumbres es bueno. Ni modo, a seguir insistiendo con esto desde la infancia temprana.
Por otro lado, en términos muy literales, el segundo estudio demostró que es peor abusar de los carbohidratos que comer muchas grasas. Con ello, leí la semana pasada algunos encabezados de noticias que decían “¡Comer una dieta baja en grasas aumenta el riesgo de morir joven en un 25%!”. Para los fans de los chicharrones, el título es todo lo que quisiéramos leer para celebrar. Pero la realidad no es tan maravillosa. Analizando los resultados del estudio te das cuenta que fueron los que comieron más del 75% de carbohidratos en su dieta a quienes les aumentó la mortalidad, sobre todo a aquellos que reducían demasiado su ingesta de grasas (a porcentajes más bajos de lo que normalmente recomendaría el “plato del bien comer”). Y para colmo, no todos los carbohidratos son iguales, y de igual forma, no todas las grasas son iguales.
La investigación en nutrición es complicada: es difícil exigir que se sigan ciertas dietas porque la gente come lo que le gusta, es difícil controlar todo lo que puede influir aparte de la comida (como el ejercicio, el tabaquismo, etc.), y es difícil dar un seguimiento suficientemente largo para ver qué les pasa a las personas. Estos estudios recién publicados son de buena calidad, y aunque uno de ellos podría parecer escandaloso, en realidad no contradice las recomendaciones generales que te dan en cuanto a los porcentajes de cada alimento que debes incluir en una dieta sana y balanceada.
A final de cuentas es fácil saber qué es bueno y qué es malo.
Bueno:
Disfrutar de vez en cuando esos deliciosos tacos de tripa, buche y/o panza que dejan transparente la servilleta con la grasa que gotea. Gozar ocasionalmente de un suculento brownie de tres tipos de chocolate coronado con una bola de helado de vainilla de 15 cm de diámetro.
Malo:
Comer dichos tacos grasosos todos los días.
Engullir postres con potencial de coma diabético después de cada comida.
(Escrito mientras espero una orden de carnitas del Chebo)
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1. Miller V, et al. Fruit, vegetable, and legume intake, and cardiovascular disease and deaths in 18 countries (PURE): a prospective cohort study. The Lancet, septiembre 2017.
2. Dehghan M, et al. Associations of fats and carbohydrate intake with cardiovascular disease and mortality in 18 countries from five continents (PURE): a prospective cohort study. The Lancet, septiembre 2017.
Artículo publicado en conjunto con periódico Noroeste http://www.noroeste.com.mx/publicaciones/opinion/qu-es-peor-comer-muchos-pasteles-o-muchos-chicharrones-101354